Es miércoles por la tarde, suena el timbre en el Estudio de movimiento NEPO en Pozuelo. Entra Jesús, sonriente, preparado, viene con su pantalón de chándal y una camiseta. Dispuesto a sudar. Sí, Jesús suda en clase, trabaja mucho y disfruta más. Moverse mejor es su reto personal, aunque se lo toma como si estuviera montando una empresa…
Él cree que seguramente sea por deformación profesional, derivada de su dedicación los últimos años a la formación de emprendedores para la puesta en marcha de sus empresas en EOI Business School. La empresa que lleva construyendo desde hace tiempo en NEPO es una de domadores, de domadores del movimiento descontrolado. Jesús padece Parkinson agravado aún más al tener también una enfermedad con la que convive, el síndrome de Charcot Marie Tooth (CMT), una patología neurológica de origen hereditario.
Hace algunos años, a la vuelta de verano, cambió su vida cuando se lo diagnosticaron. Se había dedicado en cuerpo y alma al mundo de la empresa pero no a practicar deporte. Tras unos meses de reflexión, decidió poner en marcha su plan de acción y darle prioridad a la actividad física, siguiendo los resultados de su análisis.
En el caso de mi desajuste neurológico, he aplicado la misma metodología que aplico en los proyectos empresariales: he definido objetivos (hasta dónde quiero llegar, las metas), he analizado el entorno (qué medios tengo, qué ayudas puedo utilizar, cómo están los avances en materia de tratamientos médicos) y que puedo hacer para frenar la evolución de la enfermedad. Finalmente, en el análisis que hice me salía que debía concederle mucha importancia al ejercicio, a la fisioterapia y sobre todo al movimiento.”
Comenzó por apuntarse a un gimnasio pero aquello no funcionó. Como en el mundo de la empresa, no siempre se acierta a la primera, así lo explica él:
Si no consigues el objetivo deseado, siempre está el “second best”, el segundo mejor, que igual es más sencillo de conseguir y tan gratificante o más…
Tenía que encontrar una solución en la que trabajar para el negocio que ahora ocupaba su mente, esa empresa de domadores que le permitiera dominar a la fiera de su enfermedad. Y finalmente, llegó a NEPO:
Cuando entré por la puerta de NEPO la primera vez tenía claro lo que no quería, no sólo porque el gimnasio no me había gustado nada, sino porque buscaba una solución que me ayudase a mejorar de verdad. No iba a permitir que el Parkinson ganara la batalla. Había decidido luchar. Y en NEPO acerté. Puedo asegurarlo por muchos motivos pero sobre todo porque, lo digo con todo el sentimiento, son los mejores y además de las muchas virtudes que poseen los miembros del equipo, plantean con cada alumno una estrategia global dándole una solución particular a cada uno, incluidas las clases grupales.”
Ya han pasado varios años desde entonces. Jesús ha pasado por las manos de casi todos los instructores de nuestro centro durante todo este tiempo y, entre todos, le estamos ayudando a construir la empresa más importante de su vida, una con la que doma el movimiento de su cuerpo.
Con persistencia, con paciencia, con esfuerzo y con placer, el que le da a él cuando disfruta con sus avances, cuando mejoran sus síntomas y se siente menos rígido, cuando comprueba que puede reducir la medicación, porque con más movimiento siente menos dolor… Y el placer que nos da a nosotros, en NEPO, que venga aquí a hacer “su negocio” y que encima, nos lo agradezca compartiendo su experiencia:
«Entrar en Estudio de movimiento NEPO de Pozuelo es… olvidarse de los problemas y centrarse en cómo crecer y superar nuestros retos de movimiento. Es como si llevaras toda la vida asistiendo a clase. En mi caso concreto, me siento mimado por vuestro equipo, en especial por Ángela Rodríguez Guerrero y por Irene Martin que han contribuido en gran medida a mi mejora permanente.»
Igual que ayuda a sus alumnos en la creación de nuevos negocios, Jesús trata de hacer lo mismo con otros pacientes de Parkinson, compartiendo su experiencia por si a alguno le puede servir de ayuda o inspiración. Hace poco participó en una mesa redonda organizada por la Concejalía de Familia y Bienestar Social del Ayuntamiento de Pozuelo sobre cómo afrontar los efectos de la enfermedad.
Este testimonio debería ser de lectura obligada para todos. Pacientes de Parkinson o no, quien aprenda sólo un poquito de su ejemplo estará ganando mucho más de lo que se pueda creer en un inicio.
Jesús, nos haces sentir orgullosos por tu capacidad de afrontamiento y entereza. Nos haces sentir felices de hacer lo que hacemos y de poder compartirlo contigo. Gracias por compartir con nosotros tu “proyecto” de domadores del movimiento. Sin duda, tú eres el domador principal y tu actitud, un látigo de hilos de oro.
¡Gracias! #somosmovimiento